"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





miércoles, 31 de octubre de 2012

La marca del agua





Ay del que junto al río
no quiere llamarse sed

se queja en un poema Rosario Castellanos; y lo leo yo, que nací a orillas de un frágil e imperceptible arroyo; y viene la voz de la poeta para recordar a mi cuerpo que, siendo aún tierno y de cuidados, estuvo a punto de perecer en él, por primera vez; ¿será por eso que la llamada de aquel agua la escucho por las noches?;  ¿será que los manantiales de aquellos otros ríos ya lejanos aún me ofrecen de beber como si supieran que no me he saciado nunca?; he bebido en ríos donde contemplaba sombras que no eran mi sombra; sinuosas curvas donde el roquedo limpio levantaba la corriente como imprescindible ofrenda para mí; son tan generosos los afluentes de la vida; conocen al que se acerca a ellos, le escuchan y luego callan; éste quiere beber para seguir viviendo, dicen de uno; éste bebe por beber, dicen de otro; este bebe nuestras aguas porque quiere ser como nosotros, señalan al excepcional; ¿es el agua o es la sed lo que le hace al hombre proseguir su camino?; no lo sé; pero la poeta sabe que  
  

El río viene de secretas grutas,
desconocidas fuentes.



sábado, 27 de octubre de 2012

Tal vez no sea solo una metáfora



Tal vez se trata solo de una zona restringida de un parque y no de una metáfora. Pero, ¿y si se tratara de otra cosa? ¿Y si hiciera referencia al país de nuestros sufrimientos, en que los zánganos se permiten pontificar sobre los esfuerzos, sudores y angustias de las hormigas laboriosas, y decirles qué deben hacer o qué no? ¿Si se tratara de esta sociedad de despilfarradores, oportunistas y corruptos de alto nivel  -el poder, vamos-  que quieren seguir medrando, previo rescate de sus negocios, naturalmente, a costa de los insectos tontos? ¿Si se estuviera sugiriendo que adiós, Democracia, adiós, o peor todavía, adiós, Política, adiós, porque a las castas ya no les interesa? ¿Si de manera velada se estuviera aludiendo al triunfo de la tecnocracia más cruel? ¿Si se estuviera haciendo mención de las condiciones de destrucción del planeta? ¿Si fuera una alarma sobre la crisis del individuo y de sus hábitats de agrupación y  supervivencia llamados éstos como se llamen?

No sé. Tiene tantas lecturas este cartel que me asusto. ¿Alguien ha decidido por su cuenta y riesgo cortar por lo sano? Pero ¿quién? ¿Contando con todos o sin contar? ¿Algunos han iniciado un proceso que es seguido por otros y que pretende interesar a la mayoría para sanear el suelo que pisamos? Pero, ¿en qué dirección, tras qué objetivos, para lograr qué meta final? ¿O se trata de un mero proceso temporal que, causando desgracias y confusiones múltiples y sin fin, persigue el objetivo de dejar las cosas como están? ¿Se trata de una llamada de la desfachatez a través de la cual se pretende que carguemos todos con los malos negocios de algunos? ¿O acaso se busca un nuevo suelo, o mejor dicho, unos nuevos habitantes más integrados, menos exigentes a la hora de recibir y más obligados a la de dar, más sumisos y menos conscientes, que reúnan la condición de más mercancía y menos humanidad?    

Solo es un cartel de un bonito parque ciudadano. Donde otras especies se adaptan al otoño sin saber de nuestra inadaptación. Pero cuesta tanto, en estos tiempos, no leer tras los mensajes que se encuentra uno por la calle algo más de lo que aparentemente dicen.


   

viernes, 26 de octubre de 2012

Noticias qué noticias



«Hay una guerra de clases, pero es mi clase, la de los ricos, la que está haciendo la guerra, y la estamos ganando».

Warren Buffet, actual cuarta fortuna del mundo, tras Carlos Slim, Bill Gates y Amancio Ortega.


Si no hubiera noticias conmovedoras ¿qué sería de nosotros los pringaos? Noticia conmovedora: que Amancio Ortega entregue 20 millones a Cáritas. Noticia alentadora: que un español como Amancio Ortega sea la tercera fortuna del mundo, según la revista Forbes. Noticia aburrida: que haya más de un 25% de paro en España. Noticia desagradable: que ayer se suicide un paisano al que iban a desalojar y que hoy lo haya intentado otro movido por circunstancias análogas. Noticia altamente estimulante: que gane nuestro equipo de fútbol. Noticia demagógica: que una comunidad autónoma o los bancos o cajas pidan el rescate del Estado. Noticia ininteligible: que el Gobierno pida no pida, pida no pida, pida no pida que le rescaten los organismos de la UE y del FMI al uso. Noticia inventada: que sigan saliendo nuevos casos de corrupción del PP y tan pocas condenas. Noticia constructiva: que se esté reponiendo las pérdidas de los bancos con dinero público. Noticia misteriosa: que se llame rescate a lo que es hundimiento. Noticia satisfactoria: que los hombres de la porra (pagados por nosotros los contribuyentes) apaleen a los que protestan. Noticia triunfante: que gane un partido, ya se sabe cuál, unas elecciones en Galicia con mayoría absoluta habiendo tenido ¡apenas el 27,5 de votos! Noticia inquietante: que se fragüe la protesta. Noticia nonata: que se dé la unión de todos los jodidos de la Tierra, más específicamente de este país, por lo que nos toca de cerca. Noticia esperanzadora (para la hecatombe): que crezca la extrema derecha como efecto de la falta de pensamiento y de acción constructiva de la sociedad española. Noticia ignorada: que sigan naufragando pateras por el mar de Alborán. Noticia enigmática: que todos estemos tragando al por mayor una situación que no tiene fin.

¿Es así como se ven las noticias por parte de los españoles? A tenor de lo que significa para la mayoría de ellos una noticia, qué nos habla la noticia y cómo reaccionamos ante la noticia, podría ser. Ay, la noticia: uno de los más malévolos y falsarios conceptos inventados y alentados por el periodismo moderno. Sí, justo ese que ya no es periodismo sino industria empresarial. Ese que se autoalimenta de los centros de poder. Ese que pretende decir todo lo contrario de lo que dice. Ese que pasa de lo bello a lo feo, de lo horrible a lo dulce, de lo real a lo de plató, en un eh voilà, en micras de segundo en menos de lo que dura un latido (no hay más que ver un telediario) Ese concepto que ya no es noticia.


Léase esta entrevista a Susan George, presidenta del Transnational Institute de Amsterdam y miembro de ATTAC, en un periódico valenciano.

 http://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2012/10/17/espanoles-son-ratas-laboratorio-ver-castigo-toleran-rebelarse/945362.html



lunes, 22 de octubre de 2012

autorretrato



Me perturba la mirada triste tanto como me cuestiona. La mirada triste me inquiere y duda de mí. De alguna manera es un espejo, aunque no lo sea. No quisiera que me despreciara. Hay tantos seres por el mundo. ¿Por qué yo? Porque le miro con fijeza. Porque me arrastra a su mente, no para que participe necesariamente de sus ideas o de sus ocurrencias, sino para que comprenda cuanto hay tras sus cuitas. Porque su boca se contiene, no por el riesgo de hablar en vano sino por la prudencia del descreimiento. Mira con la mirada del escéptico que no se rinde pero que jamás triunfa. ¿Por qué a mí? El reflejo es así: hondo, persistente, desazonante. El eco es lo que viene detrás. La vida es una provocación. No hay rincón limpio para los que tenemos la mirada triste. 



domingo, 21 de octubre de 2012

dos ejemplos en las antípodas





todos los días veo de cerca, alrededor mío, a las dos Españas; no necesito viajar para verlas, están cerca, vecina de puerta, en el barrio, en las fábricas, en las tertulias, en la ciudad, en los medios de incomunicación; a veces incluso anidan en mi alma y se enfrentan, se atraen y se repelen, porque nadie es puro al cien por cien, y me río de lo que digo, y nadie está libre de la ignorancia, de la mala voluntad, de la inmoralidad y de la apolítica; esas dos Españas latentes e hirientes, que no se califican como tales simplemente por mantener ideas diferentes, porque si fuera por ello tendríamos que ser todos más civilizados y tolerantes, más dialogantes y cooperadores; más voluntarios y menos forzosos; las dos Españas no lo son por el mero hecho de pensar diferente; creo más bien que se dividen porque una piensa y otra se deja arrastrar; una trata de construir sociedad civil y otra responde a la voz del amo; una trata de hacer partícipe a todos los individuos y otra convertir los bienes públicos en negocio para sus clanes seculares, religiosos o caciquiles; una trata de ser libre y otra no pasa de ser sierva; y sin quererlo, ayer me encuentro de pronto en el mismo ámbito físico, a propósito de un certamen cinematográfico, con representantes de ambas Españas; una que te abraza (con el rostro del escritor Manuel Rivas) en cuanto tú, no obstante siendo un desconocido para él, le sujetas del brazo y le animas a que siga escribiendo, siempre escribiendo, siempre describiendo, siempre descubriendo; y le deseas suerte en unas elecciones que hoy se celebran en su tierra; una de las tierras más avasalladas de la península, y mira que las hay; eterno desafío entre la España clientelista y caciquil, en todos los planos, y la moderna y resistente que siempre sale derrotada en el aspecto electoral pero que no en el humano; y otra España (célebre ministro de desaguisados hoy pero efímero mañana) que va a despachar en un acto, porque para ello le pagan; que su misión es desmantelar el sistema público educativo español, y conseguir su desmoronamiento, poniendo la enseñanza en obscenas manos privadas, que ya sabemos cuáles son; que su objetivo es volver la espalda al futuro, que solo pasa por inversiones y cuidados en la investigación y en su desarrollo; por reducir más la difusión de las expresiones culturales de la sociedad, como si cosa de ricos fuera; en fin, que este de las fotos solo es un ejemplo más de ambas Españas; que de una de ellas quedará su obra literaria y su afán crítico en sus artículos de prensa; del otro solo habrá olvido, aunque los efectos de lo que haga los pagaremos todos; un ejemplo más: dos rostros de dos Españas; era eso lo que quería decir




viernes, 19 de octubre de 2012

escuchad la belleza






dónde la frontera en las expresiones, cuando la palabra se desliza y se diluye en otra materia, cuando el balbuceo gutural se afina hasta lo insospechado, cuando ese bagaje se traduce en sonido incesante, cuando se alía con los otros sonidos que emergen desde los instrumentos que ha inventado el hombre, cuando todo ello cede a una nueva creación superior donde los dioses antiguos se mueren de envidia, cuando notas y palabras desnudan los gestos, donde todo se constituye en un gigantesco ensayo, y tenemos entonces la intuitiva sensación de la vida como ensayo permanente,  como prueba deslizante, en perpetua construcción, y disponemos de una sedimentada convicción de que hacemos vida a cada paso, incluso en nuestras quiebras y nuestras afectaciones, ¿no cabe entonces mayor convencimiento de estar llegando constantemente a alguna parte? ¿no entedemos ahí el valor del momento? ¿no desalojamos en ese instante cuanto nos abruma? ¿no nos descubrimos cada uno de nosotros como el átomo que los otros átomos precisan para seguir a un destino del que no necesitamos un nombre para sabernos? ¿no nos fugamos de nuestra somera condición y rostro para sentirnos música y, por lo tanto, alegría? escuchad, escuchad la belleza en el estado que la especie humana arrebata



(atención al llegar al minuto 15'18 de Diana Damrau)

lunes, 15 de octubre de 2012

Fragmentos múridos




Transcripción de los fragmentos múridos hallados tras el derribo del Gran Edificio del Orden, en pleno centro de la ciudad ideal. Su estado roído ha causado la pérdida de algunas partes del texto. No obstante, creemos que está provisto de cierto grado de coherencia. Teniendo en cuenta que están escritos por algún habitante del inframundo con una considerable disposición al entendimiento con nuestra especie, nos parece que se deberían valorar. Mantiene o bien la estructura de una carta al uso humano, no exenta de buena voluntad, cuyo destinatario desconocemos, o bien reviste la característica de un manifiesto dirigido a la sociedad humana. Los exégetas no se ponen de acuerdo al respecto.

(Nota. Los puntos suspensivos indican aquellas zonas de texto desaparecidas) 



"...porque ahora es ese momento que los humanos denomináis medianoche. Cuando los ruidos empiezan a reducirse y os recogéis y aparentáis no existir. Yo te escribo. Las ratas no sabemos de horarios. Nosotras nos movemos por necesidades perentorias. Consolidamos nuestra supervivencia a cada instante, y nuestro calendario es la reproducción. La capacidad para procrear en abundancia nos lleva a formar parte de todos los territorios, aunque penséis que los ocupamos para haceros competencia y perjudicaros y porque también...

...algunos de vosotros nos habéis observado por encima con prepotencia y alardeáis de conocer nuestros comportamientos; pero no os hagáis ilusiones, no sabéis casi nada...Llamáis inframundo a los espacios que habitamos. ¿Creéis que el vuestro es un mundo superior? ¿Pensáis que la luz, el aire y el paisaje os proporcionan paz y satisfacción por sí mismos? ¿O que las ciudades, las fábricas y cuanto habéis alzado sobre el suelo e incluso bajo la tierra os convierte en lo más poderoso del planeta? ¿O tal vez que...

...todos los días observamos vuestras disputas, los sudores que se desprenden de vuestro desgaste, la sangre que hacéis correr, las ambiciones que no aplacáis. Miradnos. Os sorprenderíais de nuestro trajín a lo largo y ancho de las galerías escarbadas bajo vuestros pies. Os alarmaríais de lo cerca que estamos. Oímos vuestros ronquidos por las noches, nos llegan vuestros olores domésticos, percibimos vuestras más agrias sudoraciones...Los llantos infantiles y los quejidos de vuestros enfermos nos asustan; los enfrentamientos que tenéis los padres con los hijos nos entristecen; las desavenencias entre quienes solo sabéis sentiros felices mientras os apareáis nos disgustan; la lucha despiadada entre vosotros por la posesión de las cosas nos confunde; quisiéramos evitar en esos momentos...

...como veis, hemos aprendido a distinguir cuándo estáis desasosegados y cuándo apacibles, cuándo os esforzáis en tener sabiduría y cuándo os abandonáis a la ignorancia, cuando os mostráis confiados y cuándo en alerta. Sentimos, en fin, hasta vuestros silencios. Y eso es lo que más nos desconcierta e incluso nos hace temer. A cambio, ¿qué sabéis de nosotras? Nada, sino...

...ya que nos movemos discreta y prudentemente bajo vuestros pies o en las alturas de vuestros edificios. Solo cuando alguna se despista o es expulsada de la comunidad se nos ve en superficie. Es el terrible instante en que nos atemorizamos y vemos de frente el rostro del hombre y de nuestro final. Y, sin embargo, sois vosotros los que reaccionáis como agredidos...Pero, ¿cuántas veces invadís nuestros territorios? Lo hacéis cuando un pedazo de tierra ha caído bajo la zarpa aniquiladora de vuestros negocios. ¿Cómo os atrevéis a llamarnos roedores a nosotras? Vuestra historia es depredadora, vuestro instinto es invasor, vuestro afán es la apropiación, vuestro comportamiento es el arañazo permanente sobre cada palmo de vida. Llamáis vivir a eso y nos descalificás con vuestro lenguaje sin tener en cuenta...

...hacernos la guerra ¿es acabar con nuestras tribus? Simplemente nos desplazáis, concitáis más temor en nosotras, pero también más odio. No os basta con los choques encarnizados en el seno de vuestra especie que tenéis que imponeros a quienes nos consideráis inferiores. Sois imprudentes y la arrogancia os hunde. Nosotras, antes o después, nos reagrupamos, recuperamos las posiciones perdidas, retornamos al subsuelo del que creísteis expulsarnos. ¿Para haceros la vida imposible, como os parece? No. Para vigilar por vosotros y así evitar...

...huís de las zonas más profundas e inaccesibles de vosotros mismos, despreciando incluso las que simbólicamente habéis levantado para proyectar vuestro pretencioso reinado sobre la Tierra. Pero nosotras estamos en ellas y no sabéis de que modo...

...y sin proponérnoslo nuestros destinos están vinculados, vecinos humanos, por una simbiosis invisible. Hemos recorrido las dos especies un largo camino paralelo. Vosotros construís para alojaros y poner en marcha negocios; nosotras ocupamos los resquicios y las fisuras de vuestros subterráneos para que no triunfe del todo el cemento, el poliuretano, los metalizados constantemente renovados, cada...

...así nuestra existencia preserva un sentido de vida natural de la que vosotros os habéis apartado...

...al borde de vuestro perecimiento, víctimas de vuestros propios inventos, nos tenéis aquí para la renovación. Sin permiso, pero con toda la caridad de la que vosotros os desproveéis. Naturalmente, no lo vais a reconocer. Os lo hemos venido brindando desde el principio de la era de las civilizaciones. Estamos aquí para que, cuando no existáis, podamos tomar el testigo y reivindicar vuestra memoria. Para que alguien, alguna especie nueva, la que sea, acaso nosotras mismas, permanezca y pueda enarbolar un sentido de la vida que no sucumba como la patología suicida de los humanos..."



(Ilustración de Fernando Vicente)



domingo, 14 de octubre de 2012

Esotérico




Qué alegría me ha dado. Avanza el otoño en uno de sus más característicos días desapacibles, grises y de ventolera, y el geranio florece en una de mis macetas. ¿Qué detecta ese ente vegetal que no percibimos los humanos? Mientras los de nuestra especie nos encogemos entre agobios y preocupaciones, en ese otro mundo se genera la respuesta de un microclima que no nos sonríe a nosotros. Ah, si yo fuera un esotérico, permanente lector y creyente de los signos más nimios que me fuera encontrando por el camino. Estaría sacando conclusiones maravillosas que ni los más experimentados horóscopos serían capaces de establecer. Interpretaría, por ejemplo, que cada capullo significa una faceta de la vida en trance de resolverse. Y que el colorido de los pétalos avanzados va a traer una nueva época para hacer de esta que habitamos una nueva tierra. Y hasta percibiría en las venillas que tratan de extender toda la rojez por la superficie de la flor un clamor con el que la humanidad se reconoce por fin en su condición prometeica triunfante. No sé si soy un esotérico o un soñador. Acaso un iluso. Pero la mirada no engaña. La belleza está en lo más recogido y humilde y me ha puesto contento.


sábado, 13 de octubre de 2012

apostillas al doce



(mira por dónde Enric me lo ha recordado y yo me andaba con circunloquios; al doce de octubre le llamaban Día de la Raza; ¿qué raza?; ¿la humana? ¿la del pueblo elegido? ¿la del español? ¿la del híbrido?; al americano no se le reconocía: este era el conquistado; o se le reconocía como raza convertida a la religión verdadera y a la cultura excelsa por encima de las excelsas; pero nunca me quedó claro; sólo recuerdo que sonaba muy bien y que en mi sumisa infancia me sentía sumamente orgulloso de aquella abstracción; como lo estaba de las otras abstracciones, lugares comunes, falacias, absolutos o vulgar palabrería: Dios, patria, rey (inexistente pero no en el imaginario de una parte de mi familia), unidad, grandeza, destino, lengua…caray como se fue haciendo añicos todo; primero en mí, a veces paralelamente a la quiebra de su pseudoconceptualidad; pero algo debe quedar en el subconsciente mediocre y acrítico de algunos españoles para mantener esa fecha como representativa nacional; ya se sabe que este país  -¿o en este caso debo decir Estado?-  es atípico y sus referentes simbólicos -bandera, himno, religión, fechas-  se basan en la exaltación de lo aparente, en las ideas de intolerancia y humillación, en el mito de esclavitud y no en un mito libertador, y en un reclamo en absoluto vinculante a la mayoría; así que se sigue tragando sin apenas fervor ni mérito ni ilusión con las viejas y necias historias; y pienso: con las hermosas y dinámicas que hay)



trece de octubre




ayer fue doce de octubre, ahora que caigo; no fui a trabajar; no te hacen ir a trabajar de momento, está pactado por el calendario laboral; en mi infancia era fiesta grande grande grande; grandilocuente, vamos; se conjuntaba la exaltación de una virgen patria con la de una hazaña ejemplar tal cual la conquista de un continente; la remuneración pagá y bien pagá a la religión del Estado se añadía a la evocación mítica de un pasado imperial cuestionable; y esos mitos hacían tan grande a la fecha...; siempre a la sombra de la otra, naturalmente, la más grande, la cruzada y la victoria ya sabéis sobre qué; sobre los propios: no os engañéis, ellos no vencieron a nada ni a nadie de fuera, ni por sí mismos ni con la ayuda divina; aplastaron solo a sus hijos; es la tradición de la historia española de los últimos siglos: el cainismo de los de siempre contra los de casa y los de siempre; sí, la fiesta era una y grande; libre, no (¿recordáis aquel pasaje de los presos políticos en la cárcel, en la novela de Rivas El lápiz del carpintero, cuando ante el triple grito del jerifalte de turno sobre el ¡España! ellos responden únicamente pero atronadores como un solo hombre a la tercera invocación: ¡¡¡libre!!!?); pero mi infancia, como todas las infancias del pasado, ha muerto; y la de ellos también; ahora que algunos personajillos quieren que volvamos a la infancia de la mente, del comportamiento y de la dignidad, ayer me quedé en la cama; no sé por qué me venía al magín cierta canción de Brassens; y yo a pierna suelta


(Grabado de Jacques Caillot)

jueves, 11 de octubre de 2012

once de octubre




me he acercado a verle lo antes que he podido, al regresar de mi viaje; has adelgazado, me ha dicho, y sabes que no soy dado a señalar marcas del cuerpo; uno espera de un amigo que le diga cómo le encuentra, por tener otra perspectiva, más que nada, le replico con ironía; él sonríe con levedad, no ha cambiado su escepticismo: nunca se sabe con precisión qué nos altera, si las preocupaciones, el simple paso del tiempo o el secreto con que el cuerpo juega al escondite con nosotros; anda entretenido bajando de las estanterías algunos libros antiguos; él los llama intemporales, esos a los que se puede recurrir cuando la confusión nos amenaza o, mejor dicho, cuando nos atenaza hasta el extremo de impedirnos discernir; su rostro se muestra nublado, no obstante la actitud sentida de recibimiento que tiene conmigo; debes contarme, me dice, quiero saber cómo nos ven por esos países donde has estado; ¿incluso al precio de que te malhumores más?, le contesto con sorna; y él me mira con tristeza, como si pensara no tengo nada que perder; lo intemporal no es una receta de acción inmediata para solucionar los padecimientos que están llegando, pero alivia, dice mi amigo; es esa sensación de sabiduría que invade a ciertos libros, una manera de percibir e incluso de interpretar los acontecimientos de tiempos pasados sin los recursos con que hoy día se hacen los análisis, que parecen más exhaustivos pero son siempre muy imprecisos y se saborean peor; eso dice mi amigo, y continua: hay algo enorme que trasciende en ciertas obras de autores del pasado, aunque acaso somos nosotros los que no hemos trascendido; luego se queda pensativo, pero se confiesa: mi problema es que me embarga cada vez más el desencuentro con este desgraciado país; no es que alguna vez me haya identificado plenamente con él, siempre he vivido conflictivamente, sin aceptarlo del todo en mayor o menor medida; alguna vez parecía que hubiera ciertas expectativas positivas y creíamos en que sería posible avanzar a pesar y en contra de nuestra propia historia; nos obsesionaba la idea de ser por fin algo diferentes a lo que habíamos sido; ahora no estoy ya seguro de lo que quieren los habitantes de este rincón del mundo; alimentarse de la perspicacia y visión de algunos hombres, propios o visitantes, que escribieron sobre nosotros está muy bien, le respondo y me atrevo a matizarle: sirve para no perder la identidad constructiva de la disidencia frente a la mediocre actitud del sinnúmero de paisanos que optan por la aceptación del estado de cosas, o por el seguidismo a los torpes que mandan e influyen ungidos por el voto o incluso por el arrebato nostálgico que late tras algunos por lo peor de nuestro pasado; eso le digo, no sin temor a que se sienta más hundido; pero es un individuo que no se deja abatir fácilmente: si apartáramos el ruido, si quemáramos los rastrojos que no permiten sembrar bien, si diéramos paso a quienes deben heredar el futuro, si nos desilusionáramos de lo accesorio e inútil, suspira; mira por la ventana, mientras el cielo hace guiños entre nubles y claros; como el país



(Sin permiso de El Roto, y aparece en El País.
Pero es que sus rotos no tienen pérdida y son un bien cultural único)



domingo, 7 de octubre de 2012

Los valerosos



El valor de las pequeñas acciones. Que allá donde vaya un representante de este gobierno salgan dos, cuatro o un grupo amplio cantándoles las cuarenta. Simples eslóganes, frases consistentes, gritos precisos para que atraviese siquiera por un instante el corazón de hielo de los hombres grises. Cargados de razones, no falla. ¿Quién podría poner pegas a la rabia y a la inquietud latente por el futuro? Dentro de la última semana ha habido varias acciones pacíficas pero contundentes. Y con repercusión. Además de aquellos pollos que sectores ciudadanos montan a autoridades cada vez que hay un acto, o el testimonio de la protesta sindical de hoy domingo, han destacado en pocos días la de unas estudiantes en Londres (en la foto) y otras en La Valetta. Mujeres en pie, vamos.

El valor de la protesta pacífica pero enérgica. Aquí la palabra valor rompe el molde habitual. No se trata del valor que designa precio o rédito, y que parece que es al que más se recurre cada día. Ya saben, que si cotizaciones bursátiles, que si primas de riesgo, que si deuda pública, que si la cesta de la compra, que si el precio del arte...Reivindiquemos el otro valor. El valor como esfuerzo, como firmeza, como importancia, como sentido de conducta y sí, como valentía. El valeroso de hoy está abocado a ser el valioso que puede modificar el rumbo de los tercos que nos ignoran.

Leo el testimonio de la chica que le gritó al presidente de los recortes y del hundimiento en Malta y me entusiasmo. Mi reconocimiento. Ése es un camino constructivo, a su pequeña escala, pero cargada de personalidad y valor. Adjunto el comentario que expone en su blog.

http://mejorcontarlo.blogspot.com.es/2012_10_01_archive.html


Nota. El acompañante Isla Misteriosa tiene razón, por lo tanto adjunto vídeos:

http://www.youtube.com/watch?v=L73AbvH3J60


http://www.youtube.com/watch?v=LjRKfwwdNRI



viernes, 5 de octubre de 2012

Son unos salvajes




Perded toda esperanza los que aquí entráis, se dice al comienzo del Inferno en la Divina Comedia. ¿Será aplicable a la realidad española? No es únicamente la situación económica y social en un deterioro cada vez más profundo lo que invita a desconfiar. Es el pensamiento abominable que cada día se manifiesta en los personajillos del partido gobernante. Apenas pasan unas horas de que uno de sus diputados o un cargo cualquiera dice una burrada, cuando otro de ellos salta con otra más gorda. Aún no nos habíamos recuperado de las acusaciones de pijo anarco con que el portavoz del PP insultó al juez Pedraz  -ahora el tal portavoz de cara cínica sale con que se refería al auto judicial, no al juez, lo cual es una actitud de cobardía además de tomarnos como tontos-  cuando nos enteramos ahora de que otro de su ralea, un cargo dependiente del Ministerio de Empleo, ha soltado recientemente esta perla innombrable: “No pasa nada. ¿Hay nueve votos? Poned diez…Las leyes son como las mujeres, están para violarlas”. Se mire por donde se mire en el pensamiento de la derecha española se encuentran todos los ingredientes de la reacción, de la corrupción y del despropósito. ¿Esa es la mentalidad que tienen algunos sobre los ciudadanos y sobre ese amplio sector social que son las mujeres? Ahora te explicas la escasa consideración y sensibilidad que manifiestan sobre temas como el aborto, la enseñanza mixta, la dependencia, los derechos...¿Y este tipo de gente son los que nos tienen que gobernar? ¿Este es el tipo de individuos que sale elegido por la ciudadanía en virtud de la Ley d'Hont? ¿Con esa gente y ese ejemplo inmoral va a tirar el país hacia adelante?

Francamente, esto no es solo una crisis de economía y sociedad. Es una crisis de civilidad, de pensamiento y de carácter. Es decir, de cultura. Que se sepa dónde están los salvajes. Dónde los que generan desasosiego y quiebra social. Dónde los que solo reconocen el país como su predio particular, tanto para negocios como para política. Y pensar que luego esos salvajes quieren criminalizar a los manifestantes de la calle...


http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/10/05/actualidad/1349454276_520810.html



(La ilustración es de William Blake)