"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





lunes, 5 de marzo de 2018

Zadig o el destino o la felicidad inalcanzable (metáfora de Voltaire)





















Zadig busca constantemente salir airoso de las situaciones complicadas. Es un hombre bondadoso, inteligente y que hoy llamaríamos sumamente positivo. A su temple añade razonamiento e ingenio. Puede verse inmerso en la mayor de las desdichas y sin embargo consigue elevarse por encima de ellas o hacer que otros superen el infortunio. Primero medita, luego afronta incluso lo más complejo y enrevesado, sea por la vía del cara a cara o por la de la huida prudente. ¿Solo con lógica? No, el azar -otros lo llaman destino- se brinda casi siempre con posibilidades de superación. Llega en ayuda del audaz. Hay que estar atento o coger la alternativa al vuelo, que a veces es a través de un consejo, en otras ocasiones por el tropiezo de quien va a hacer el mal. Pero, ojo, de la misma manera que el azar, cuya mano ejecutora son otras personas o acontecimientos que aparecen de pronto en el camino, proporciona la vía de sobreponerse a lo aciago también ofrece continuamente lo opuesto: depara nuevos conflictos, inesperadas pérdidas, riesgos extremos. La historia de Zadig es nuestra historia personal. Una concatenación de factores donde al paso adelante nos espera uno o dos atrás. A un logro se nos puede sumar otro o bien su vuelta, el error de cálculo o el fracaso en la apuesta. Lo que por una parte da la vida por otra se nos quita; lo que obtenemos no dura eternamente. Perseguimos afianzar el bienestar pero se agazapa detrás la consunción.  Vivimos haciendo planes que pueden quedar desbaratados cuando menos lo esperamos. El destino habita entre nosotros y participamos activos o pasivos al labrarlo. Y ¿cuántas veces conseguimos que se ponga de nuestra parte? Como a Zadig, que cada vez que supera una prueba incierta cree estar a punto de lograr la felicidad, nos obsesiona ser felices. Pero la existencia es imparable, no se detiene para garantizar dones, propiedades, compañías y amores. Zadig está en movimiento permanentemente, unas veces por salvar la vida, otras para llegar hasta la persona amada, otras por restablecer su honor denostado por los malvados, otras por hacer el bien incluso afrontando batallas. A Zadig, como a cada cual de nosotros, se le sirve la metáfora en el plato de una realidad que nos cuesta interpretar. Tal vez sea por ello que Zadig reflexiona con frecuencia: "¡Qué difícil es alcanzar la felicidad en esta vida!"

Zadig o el destino. Historia oriental es uno de los más hermosos y aleccionadores cuentos de Voltaire. Te da la impresión de estar leyendo un relato de Las Mil y una noches. Pero el cuento de Voltaire no es la tradición oral de la noche de los tiempos persas, sino del siglo de la Ilustración, con todo su bagaje constructivo y racionalista. Yo lo he leído en una admirable traducción de Mauro Armiño en la edición de Siruela de 2006)




(Imagen: Pintura minoica del palacio de Cnossos, en Creta)


25 comentarios:

  1. La cuestión es que como la felicidad se convirtió en un argumento de marketing nadie sabe realmente qué debe entenderse por ello.

    Así vamos cada día a peor.

    Saludos,

    J.

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    1. Muy bueno, así es, y cada día más, la publicidad televisiva es abrumadora, o eres feliz o te fusilan. Y vamos a peor porque nos desviamos de lo real para sumergirnos en lo virtual más y más, o eso pretenden. Saludo, José.

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  2. Y para cuadrar el círculo, el Cándido de Voltaire.

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  3. ...O el Optimismo. Cándido siempre.

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    1. Por cierto, ¿alguna opinión sobre el relato, aunque sea concisa, por su parte, Anónimo?

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    2. Sí, cuando menos un par, monsieur.

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    3. Eso cuantitativamente hablando, ¿y cualitativamente? Uno es receptivo.

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    4. Le chien et le cheval o una astuta loa a las  pruebas aplastantes de agudeza, sagacidad y rapidez (¡Gran Dios! como se decía Zadig). Aquello que los alemanes llaman Scharfsinnsproben.

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    5. "¡Cuán desventurado es quien pasea por un bosque por donde han pasado la perra de la reina y el caballo del rey! ¡Y qué peligroso es asomarse a la ventana! ¡Y qué difícil alcanzar la felicidad en esta vida!"

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    6. En cuestión de felicidad el Tao Te King y el I Ching inmanente a él (sophia perennis) me han dado muchas lecciones. Y Séneca et alii,  y hasta mi propia persona, en alguna ocasión,  por su entusiasmo, también.
       

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    7. Entusiasmarse con uno misma debe ser una cercanía aleccionadora al Nirvana, mi enhorabuena.

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  4. Como dice José A. García arriba quizá el problema sea el de la tiranía de la felicidad. Aurea mediocritas.

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    1. Una felicidad ordenada, manipulada, alienante donde prima la posesión y el marketing del mercado, inoculada desde la tierna infancia.

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  5. al final cada uno está sólo, da igual lo que hayas hecho o dejado de hacer, da lo mismo si ayudaste, si trataste de hacer el bien, si alcanzaste alguna vez algún grado de felicidad o todo se torció sin que supieras cómo ni por qué y sin vuelta atrás. Nada dura pasa siempre, y tendríamos que saberlo y actuar de manera consecuente, pero encontramos piedras que nos distraen y seguimos moviéndonos, acaso por inercia, hacia vaya usted a saber dónde, o hacia el vacío y la nada. No hagamos caso de publicidades que solo buscan vendernos lo inexistente, la mentira a todas horas, esta que ahora está tan de moda entre las redes sociales, donde cada uno expone "lo mejor de sí mismo" y que suele ser una fachada (muy) retocada de manera fotográfica, alguien que se parece a nosotros, con otra vida mejor y mucho más colorida y folclórica.
    No soy optimista, hace tiempo que dejé de serlo (o me forzaron a ello) aunque todavía me queda resquicio por donde intento huir.
    Nada más lejos que la temible felicidad, porque después de ella, después de alcanzada (si es que se puede) ¿qué?

    Un abrazo, Fackel

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    1. A mí me pilla ya con muchos callos como para creerme la publicidad, incluso debería evitar que me afectara en negativo porque me causa repugnancia, sobre todo cuando veo los mensajes dirigidos a la infancia y juventud, para ir troquelándolos a imagen y semejanza del mercado. Esa pretensión de hacerlos cómplices -padres y centros escolares ayudando a ello- y desviándolos de tener personalidad crítica y resistencia. Con las redes de hoy la gente está diciendo tonterías, además de estar proporcionando una información universal a las marcas comerciales y a todo ente de control social.

      A tu pregunta final, inocente, por eso Voltaire incide en lo inalcanzable de un concepto difuso y absoluto que, como todos los absolutos, ni existen ni se obtienen, salvo en la mente engañosa que cada cual quiera tener, obviamente.

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    2. no vaya a creer que usted es el único con callos.
      me aventuraría a decir que no todo el monte es orégano y que mucha gente se deja llevar -a sabiendas- por la masa para no destacar en nada, quizá vivir así sea mejor, como una especie de resistencia, usted lo dijo arriba.
      al final el gran hermano lo sabe todo de nosotros, nosotros mismos nos encargamos de hacerlo público, como si no nos importara lo más mínimo (y todo esto tiene un precio, y me refiero a un precio real, aparte del personal)
      no era inocente la pregunta, pero de todos modos gracias y gracias, venir a leer es un gusto, un pensar a partir de lo que usted aquí comparte.

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    3. Por supuesto, conozco más callosidades por ahí, lo cual se traduce en que nos vamos curando de espantos, pero no significa que nos hagamos insensibles. Simplemente hay que evitar que nos influya y martirice mucha bobada realmente existente. Gracias a ti por aportar y alejarnos de este modo humilde del pensamiento único que cunde por esos pagos.

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  6. Vivimos estados esporádicos y transitorios de satisfacción plena, lo demás es una lucha constante por la supervivencia.
    La búsqueda de una pretendida felicidad es todo lo contrario, es un invento que genera un estado de insatisfacción permanente.
    No se, asi de pronto es lo que me sugiere la palabra felicidad, me inclino mas por el poder de adaptación a las posibilidades que tenemos a nuestro alcance. Asumiendo nuestras renuncias el esfuerzo se concentra en potenciar esas posibilidades y el resultado puede sorprendernos.

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    1. Las satisfacciones -siempre relativas y parciales- existen pero limitadas, por etapas de la vida y circunstancias, y cuando crees que se asientan ¡zas! sucede algo y las pierdes, o bien se nos agota el significado de lo que tuvimos por satisfacción, que suele ocurrir a todo el mundo, aunque muchos no lo cuenten. Porque al final las cosas se reflejan en nuestra conciencia, y muchas veces solo son eso, reflejos, proyecciones, sujeciones para justificar nuestra existencia, y bueno, vale, pero mejor tenerlo claro. Me gusta esa frase: "La búsqueda de una pretendida felicidad es todo lo contrario, es un invento que genera un estado de insatisfacción permanente". Y a muchos les genera ansiedad, pues al final se activan adrenalinas y otra química del cuerpo que, al final es lo que realmente actúa fisiológicamente, y nos descoloca.

      Tal vez tengas razón, adaptarnos con dignidad y sobrevivir es una buena receta, ya decía Darwin que el individuo de cualquier especie que sobrevive o tiene garantías de ello es el que mejor se adapta, esa es la verdadera fortaleza. Pero no voy a entrar en consideraciones de místicos y eremitas, muchos de ellos renegados de la vida, para poner como ejemplo, soy tremendamente escéptico de esos modelos.

      De todos modos es mejor desdramatizar para vivir, y estar adaptándonos a cada pequeña cosa que nos proporcione calma, serenidad, entendimiento, goce, y mira que hay manera y maneras...

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  7. Fausto, según Goethe, es incapaz de concentrarse en el presente y vive en la inquietud de un proyecto. No puede ser feliz. Es el problema del HOMBRE MODERNO.
    El hombre no se eleva por encima de la trivialidad.
    Es incapaz de tener una mirada poética y de visión contemplativa de la realidad.
    Confunde LA VIDA con el SENTIDO DE LA VIDA.

    Mucha culpa (toda según mi criterio), la tiene el PODER desde la caida del Muro de Berlín (89). El PODER depende del LIBERALISMO y este es una cuestión económica, porque el PODER ya no está en el saber.
    El NEOPOSITIVISMO hace suya las ideas, y es tan eficaz que el trabajo de un profesor será cada vez más prescindible y acabará siendo un animador cultural.

    Miremos mis apuntes:
    A) La fidelidad de por vida se está relevando por los valores del mercado.
    B) Incansable exploración de lo nuevo.
    D) Remplazo continuo.
    C) Horror al aburrimiento y repetición.
    E) Consumo incesante de experiencia. Solo así son interesantes.
    F) Renovación compulsiva del deseo por el cambio del objeto.
    G) Como la publicidad: cambio sin fin.
    H) Por lo que la familia ha mutado en mil formas y ya no hay recambio, se han incorporado otros componentes, como los homosexuales , que a la postre son excelentes consumidores y adosado ex: ex-amigos, hermanastros, queridos/as...
    Y una frase de Eva Illouz: Si hoy se deja de amar porque el hombre no ayuda en casa ya no es problema de pareja, es problema de sociólogo.

    Creo que todo es tan simple y tan sencillo que por eso no lo vemos. Todo tiene precio, menos las personas que tienen dignidad. (Kant)

    Salut


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    1. En efecto, vivimos -al día, planificando o dando satisfacción a otros que planean por nosotros- a trompicones y pretendiendo tener sentido a la vez, y acaso es nuestra condición precisamente esa: somos lo que somos, nos cargamos de ilusiones y fantasías que nos eleven, pero sabemos que no damos más que los damos. Cuando nos rebelamos contra esa condición es precisamente cuando surgen angustias y sufrimientos interiores. Tus apuntes dan en la clave, pero no creo que el asunto venga desde la caída del muro, desde el poder ajeno, en parte es secular el mal, solo que algunas de tus precisiones beben de las formas de vida actuales, el desarrollo de la penúltima forma de capitalismo (siempre quedarán más, el sistema se autogenera cuando parece estar a punto de extinguirse) que lleva al máximo la alienación, la abolición del pensamiento personal y una exaltación de la competencia, la sociológica y psicológica, como no hubo antes. Han mutado las familias, las instituciones (o bien estas han saltado por los aires, aunque siempre hay repuestos) y el mismo individuo. ¿Dudas? Muchas. Hay individuos que saben tener su ética participada con una colectiva de respeto y colaboración, y hay otros para quienes la ética es solo la barra libre y el sálvese quien pueda. Como ves el asunto tiene envergadura más allá de lo que tú y yo señalamos, pero esto son las crisis históricas, mon ami, y estamos de náufragos asiéndonos como podemos a la tabla particular que disponemos...La frase de Kant, por cierto, puede tener vuelta, hoy se demuestra el precio de los hombres y la complejidad de cualquier asunto empezando por la celular o la molecular.

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    2. TOT, después de lo que escribís. Difiero en el punto de que hoy más que nunca el PODER está en el SABER. El que controla SABE cada vez mas y el CONTROLADO es cada vez mas ignorante.

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  8. La felicidad se ha convertido en el manifiesto de una sociedad que da por buena esa concepción falsaria de la existencia humana. Buscar la felicidad como objetivo es de una absoluta inconsistencia la ignorancia convertida en destino, pero es muy rentable.

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  9. Según pienso, ocurren momentos felices, "la felicidad" sería la sucesión ininterrumpida de momentos felices. Aun no he conocido a alguien que lo haya experimentado. Pero al igual que el frio y el calor, la luz y la osuridad, como saber si estamos frente a un momento feliz si no hemos experimentado lo opuesto?

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    1. Supongo que lo de momentos felices o de felicidad es algo semántico, catalogación de lenguaje para designar situaciones, concretas o abstractas. Para mí la felicidad es un término abstracto que se pretende absoluto. Una sucesión de momentos no tiene por qué dar un salto de calidad, será siempre más cantidad de momentos. Con frecuencia llamamos felicidad a estar a gusto durante un tiempo, ir bien las cosas, sentirnos reconocidos, sentirnos queridos, disponer de medios materiales...pero todo eso ¿se da en su totalidad en un individuo? ¿O solo se da de manera parcial y temporal? Yo creo que los opuestos los comprobamos desde que crecemos: siempre sabemos lo que es dolor y lo que es placer, por ejemplo, lo que ocurre es que cuando un término se convierte en una aspiración absoluta (Dios, la libertad, la salud, la riqueza, etc.) cae por su propio peso, no deja de ser una entelequia mental. Gracias desconocido, pero si tienes un blog estaría bien nos lo dieras a conocer para pequeños debates.

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